En el año 2016 se realizó un concierto organizado por la Asociación Penitenciaria Concepción Arenal y por el Secretariado Diocesano de Pastoral Penitenciaria, cuya recaudación se destinaría a habilitar una vivienda para acoger a personas que salgan de prisión sin un medio de vida.

  Previamente, realicé una visita a la penitenciaria de Monterroso y conocí de cerca las inquietudes y necesidades de aquellas personas que en breve saldrían careciendo de cualquier medio para enfrentarse a la sociedad. Pude darles un concierto en compañía de Gerardo que junto a su guitarra creo un ambiente de quietud y armonía. En nuestra última canción, una mariposa apareció revoloteando entre todos ellos hasta posarse en mi mano, mientras se acercaban a ella alzando los brazos como si acariciasen la libertad.